“Y se cumplió el tiempo para que Isabel diera a luz, y tuvo un hijo.
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Y oyeron sus vecinos y parientes que Dios había hecho con ella gran misericordia, y se alegraron por ella.
Y aconteció que al octavo día vinieron a circuncidar al niño, y le llamaron Zacarías, según el nombre de su padre. Y su madre respondió y dijo:
No, sino que se llamará Juan. Y le dijeron: No hay nadie entre tus parientes que se llame con este nombre.
Y con un movimiento de cabeza preguntaron a su padre cómo quería que lo llamaran.
Y pidiendo una tablilla, escribió diciendo: Su nombre es Juan.
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Y todos quedaron asombrados. E inmediatamente se abrió su boca, y se soltó su lengua; y habló alabando a Dios.
Y vino miedo sobre todos sus vecinos, y todas estas cosas se publicaron en todos los montes de Judea.
Y todos los que los oían los guardaban en sus corazones, diciendo: ¿Quién, pues, es este niño? Y la mano del Señor estuvo con él.“.
Lucas 1:57-66
La importancia del evangelio del día
Como cristianos, le damos un gran valor a la Palabra de Dios. Es mediante la creencia en la Palabra de Dios que somos salvos (Rom 10:17). La Palabra de Dios se convierte entonces en nuestra guía de vida en todas las circunstancias, ya sea en el ámbito laboral, en la vida social o incluso en el círculo familiar. Nuestra aspiración debe ser vivir según la Palabra de Dios.
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Cada día un hermoso texto de la palabra de Dios para que medites y hables con el Padre.
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