“Pero cuando Jesús oyó que Juan estaba en prisión, volvió a Galilea; Y saliendo de Nazaret, se fue a habitar en Capernaúm, ciudad marítima, en la frontera de Zabulón y Neftalí;
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De modo que lo dicho por el profeta Isaías, quien dice:
La tierra de Zabulón y la tierra de Neftalí, por el camino del mar, al otro lado del Jordán, Galilea de las naciones;
El pueblo que estaba sentado en tinieblas vio una gran luz; A los que habitaban en región y sombra de muerte, la luz les resplandeció.
Desde entonces comenzó Jesús a predicar y a decir: Arrepentíos, porque el reino de los cielos se ha acercado.
Y Jesús, caminando junto al mar de Galilea, vio a dos hermanos, Simón, llamado Pedro, y Andrés su hermano, que echaban sus redes en el mar, porque eran pescadores;
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Y él les dijo: Venid en pos de mí, y os haré pescadores de hombres. Entonces ellos, dejando inmediatamente las redes, lo siguieron.
Y al pasar de allí, vio a otros dos hermanos, Jacobo hijo de Zebedeo, y Juan su hermano, en una barca con su padre Zebedeo, remendando las redes;
Y él los llamó; Ellos, dejando inmediatamente la barca y a su padre, lo siguieron.
Y Jesús recorrió toda Galilea, enseñando en las sinagogas de ellos y predicando el evangelio del reino, y sanando toda enfermedad y dolencia en el pueblo.“.
Mateo 4:12-23
La importancia del evangelio del día
Como cristianos, le damos un gran valor a la Palabra de Dios. Es mediante la creencia en la Palabra de Dios que somos salvos (Rom 10:17). La Palabra de Dios se convierte entonces en nuestra guía de vida en todas las circunstancias, ya sea en el ámbito laboral, en la vida social o incluso en el círculo familiar. Nuestra aspiración debe ser vivir según la Palabra de Dios.
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Cada día un hermoso texto de la palabra de Dios para que medites y hables con el Padre.
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