“Señor Dios nuestro, en ti acudimos en nuestras muchas necesidades, en la angustia de nuestro corazón, en la angustia del mundo entero. Acordaos de todos, de los enfermos, de los pobres.
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Deja que tu fuerza viva llegue hasta ellos, para que soporten sus dificultades y aguanten felices hasta tu llegada. Somos débiles y no podemos avanzar solos. Su espíritu debe ayudarnos.
Que el Salvador venga a nosotros y que su gracia y poder continúen en nuestros corazones. Ayúdanos a que todas nuestras obras sean santas y en armonía con tu voluntad.
Que tu gracia aumente entre nosotros y entre las naciones, y que tu hábil poder haga llegar tu día, el día en que todo será nuevo. Ayúdanos a no caer, levanta mi espíritu cuando me encuentre abatido.
Te entrego mi vida y la de mi familia. Acuérdate de todos, Señor Dios nuestro, porque todos te necesitamos tanto Señor..
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Gracias mi Dios, mi Señor, mi Padre y mi Amigo. Tengo fe en que me darás la solución que necesito y deseo. El poder de su mano prevalece sobre el mundo entero. Amén"