Cuando lo insultaron, no tomó represalias; Cuando padeció, no profirió amenazas, sino que se entregó al que juzga con justicia. Él mismo llevó nuestros pecados en su cuerpo sobre el madero, para que muramos al pecado y vivamos para la justicia; por sus heridas fuisteis sanados. 1 Pedro 2.23-24
Señor mi Dios en esto oración de humildad porque una vez más pongo mi vida enteramente en tus manos porque quiero ser una mejor persona. No quiero seguir mi vida según lo que creo que es mejor, sino según tu propósito eterno. Así que elimina toda la mala hierba que pueda destruir mi corazón. Asique Caminaré en tu camino incluso si las situaciones de la vida son terribles.. Por eso puedo ser una luz para el mundo incluso frente a las difíciles presiones de la vida.
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Por eso me coloco en esta oración de humildad, porque Cristo fue firme hasta el final y apenas abrió la boca para decir algo. Aunque era un Dios eterno, prefirió permanecer en silencio y aun así brillaron chispas de su gloria. Entonces Cristo murió para levantar a los caídos y levantar a los que estaban en el poder de las tinieblas para ser luz admirable..
Por eso quiero honrarte en todo momento, Dios mío, porque sin el Señor no hay solución para solucionar los problemas de la vida humana. Mi alma clama a ti con esta oración de humildad. Porque reconozco tu grandeza, tu gracia infinita que impregna el universo entero. Si cada ser humano buscara al Señor, entonces cada uno de ellos sería transformado por el poder todopoderoso del Espíritu Santo..
Si miras dentro de mí no encontrarás nada bueno, pero todo aquel que ponga su vida en tus manos será transformado. Por eso te pido que quites de mí todo lo malo y todo lo egoísta que me estorba en mi vida. De esta manera, haré una oración de humildad y caminaré firmemente creyendo en la propuesta real que está escrita en las escrituras para mi salvación. En ese momento coloco mi nada ante ti y Que el Señor sea mi centro para todo lo que pienso, hablo y existo..
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Dios mío, en esta oración de humildad mi deseo es honrar a Cristo que aunque Dios no juzgó a la humanidad sino que se dejó juzgar por la humanidad por el precio del pecado. Aunque sé que muchos no entienden el valor del evangelio, a todos aquellos que se presentan ante Cristo, el evangelio les cambia la vida.
Eliminé toda concepción que tengo de mí mismo para no venir a alardear de algo. Así la paciencia de Cristo brota en mi corazón y sabe consolarme en cada situación. Así que fortalece mi fe, dame paz, sabiduría, comprensión, dame educación espiritual para mantenerme firme en mi luchas diarias. Por eso estaré siempre invocándote en esta oración de humildad.
Mientras esté al lado de Cristo, buscando al Señor, mi crecimiento diario ciertamente será enorme. Así pronto podré hacer mejores cambios en mi vida que contribuyan a transformar la vida de los demás también. Aborda la situación sálvame a mí y a mi familia para tu reino en el nombre de Jesús. ¡Amén!
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