“Altísimo Dios del Universo, te damos gracias por la vida que nos diste, por cada amanecer que renueva las oportunidades de servir a tu propósito, por cada atardecer que nos permite darle descanso a nuestro cuerpo y libertad a nuestra alma.
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Agradecemos el espacio sagrado que nos reserva la Madre Tierra, por el alimento que nos da sustento, por el sol que nos calienta, por el agua que nos purifica, por el aire que respiramos.
Agradecemos la conciencia que nos permite elegir, los desafíos que nos hacen crecer, la comprensión de que estamos aquí para aprender y mejorar.
Estamos agradecidos por el techo que nos protege, por el trabajo que nos impulsa, por la familia que nos completa y por los amigos que nos acompañan en nuestro camino de vida.
Estamos agradecidos por el cuerpo que sostiene nuestra alma y hace posible nuestro viaje, por la salud para cumplir nuestras tareas, por la mente sana que nos permite soñar, por los retos que nos permiten crecer.
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Estamos agradecidos por cada oportunidad, por cada logro, por cada momento sagrado, por cada respiro, por cada pensamiento, por cada sentimiento revelado.
Estamos agradecidos, principalmente, por tener la oportunidad de amar, cada vez más y con la intención más noble que existe en nuestro corazón. Amén"