“Señor Dios nuestro, oh Dios de justicia, que brille tu luz. Que nuestros ojos y corazones sean iluminados a través de tu Palabra y de tu Espíritu. En medio de las tentaciones y las luchas, él siempre permanece con nosotros, iluminando nuestro camino hacia lo que es correcto y bueno.
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Protégenos y bendícenos. Mueve nuestro corazón desde lo más profundo, para agradecerte por todo lo que has hecho por nosotros, alabado y glorificado a Dios.
Bendice nuestros pasos, porque queremos recibir tu bendición para gloria de tu justicia y de tu verdad.
Quédate con nosotros siempre. Hágase tu voluntad en el cielo y en la tierra, bendito sea tu nombre por los siglos de los siglos. Amén"