Volví mi rostro al Señor Dios, para buscarlo con oración y súplica, con ayuno, cilicio y ceniza. Daniel 9:3
Dios, vengo a ti en este momento con mi oración de súplica, porque aspiro a estar conectado con el Señor todos los días. Creo firmemente que el Señor siempre me mira antes de orar. Sé que el Señor respondió las oraciones de grandes hombres del pasado y eso los hizo permanecer más firmes a tu lado. Sus vidas como ejemplo para mi santificación. Con esto te busco con toda mi vida en palabras, acciones y pensamientos..
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Quiero que incluso en el sufrimiento tenga mi rostro vuelto hacia ti, Dios mío, para buscarte con oración y súplica. Que el Señor sea alabado y engrandecido, tanto por los ángeles de arriba como por los hombres aquí en la tierra. Ven a mí y toca mi corazón perdonando mi pecado y diciendo: sigue este camino porque tengo un plan para ti.. Por tanto, en la oración de súplica rezo por paciencia , esperando tus eternas promesas.
Mi meditación tiene al Señor como centro y la cruz de Cristo como puente que conecta el cielo con la tierra. Dios mío, cuando Daniel se acercó a ti, orando por él y por todo el pueblo, reconociendo los errores de la nación y de sí mismo. Si él reconoció su pecado y los peores actos que hizo el pueblo antes de ti, entonces yo también reconozco mi debilidad en mi pecaminosidad.. Entonces os seguiré sin encontrar excusa para cometer pecado, sino aferrándome al Señor como fuente de vida y esperanza en esta tierra. Escucha desde los cielos mi oración de súplica y responde, Señor, según tu voluntad.
En esta oración de súplica me vacío de mí mismo, derramándome sólo en ti. Así que ahora puedo sentir tu acogida, llevándome de lugares áridos a lugares verdes.
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Toma también en tus manos la vida de mi pueblo, cada uno de mis familiares vivos cuídalos por mí. Mira también, Dios mío, a todo tu pueblo en esta tierra, que se mantenga firme hasta el fin predicando y viviendo tu verdad. Oh Dios mío, no quiero vivir una vida espiritualmente relajada, así que por favor líbrame a pesar de mí mismo.. Porque soy una persona imperfecta y mi confianza siempre está ligada al Señor. En esta oración de súplica pongo mi vida enteramente en tus manos, haz con ella lo que creas mejor.
Aparta de mí cualquier ambición que te desagrade y que mi prosperidad sea conforme a tu voluntad. No permitas que piense que soy mejor que los demás en ningún aspecto, sino busca lo mejor espiritualmente cada día para honra y gloria de tu santo nombre.
Dios mío, toda persona que de verdad confíe en ti te honrará profundamente. Ciertamente nunca desechará a aquellas personas que se entregan por completo. No todas las personas comprenderán la acción que algunos cometen en la vida, pero sólo el Señor conoce su motivo.
Por eso actúa en el corazón humano, transformando a todos aquellos que se aferran a lo que prometió. Por eso, en esta oración de súplica me aferro a ti, te pido y te agradezco por todo en el Santo nombre de Jesucristo. ¡Amén!
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