“Señor, mi Dios, te damos gracias por la vida que nos has dado, por cada amanecer que renueva las oportunidades de servir a nuestro propósito. En los momentos difíciles, la fe y la esperanza se afianzarán en nuestros corazones, para tu gloria, Señor Jesús.
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Damos gracias por la conciencia que nos permite elegir, por los retos que nos hacen crecer, por darnos cuenta de que estamos aquí para aprender y mejorar. Damos gracias por el techo que nos protege, por el trabajo que nos impulsa, por la familia que nos completa y por los amigos que nos acompañan en nuestro camino por la vida.
Estamos agradecidos por el cuerpo que sostiene nuestra alma y hace posible nuestro viaje, por la salud para cumplir nuestras tareas, por la mente sana que nos permite soñar, por los retos que nos permiten crecer.
Estamos agradecidos por cada oportunidad, por cada logro, por cada respiración, por cada pensamiento, por cada sentimiento revelado. Estamos agradecidos, sobre todo, por tener la oportunidad de amar, cada vez más y con la intención más noble que existe en nuestros corazones. Amén"