“Y Jesús, gritando, dijo: El que cree en mí, no cree en mí, sino en el que me envió. Y el que me ve, ve al que me envió.
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Yo soy la luz que vino al mundo, para que todo aquel que cree en mí no permanezca en tinieblas.
Y si alguno oye mis palabras y no cree, yo no lo juzgo; porque no he venido para juzgar al mundo, sino para salvar al mundo.
El que me rechaza y no recibe mis palabras, tiene quien lo juzgará; La palabra que yo he predicado lo juzgará en el último día.
Porque no he hablado de mí mismo; pero el Padre que me envió me ha mandado lo que debo decir y de qué debo hablar.
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Y sé que su mandamiento es vida eterna. Por tanto, lo que hablo, lo hablo como el Padre me ha dicho.“.
Juan 12:44-50
La importancia del evangelio del día
Como cristianos, le damos un gran valor a la Palabra de Dios. Es mediante la creencia en la Palabra de Dios que somos salvos (Rom 10:17). La Palabra de Dios se convierte entonces en nuestra guía de vida en todas las circunstancias, ya sea en el ámbito laboral, en la vida social o incluso en el círculo familiar. Nuestra aspiración debe ser vivir según la Palabra de Dios.
me gustaria recibir nuevo Bendiciones?
Cada día un hermoso texto de la palabra de Dios para que medites y hables con el Padre.
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